
Olimpia de Gouges, militante y protagonista de la revolución francesa fue guillotinada por sus compañeros de lucha por publicar la ¨Declaraciòn sobre los Derechos de la Mujer¨.
La muerte de Olimpia de Gouges, a quien le cortaron la cabeza por haber osado creer y exigir que los derechos que la Revolución Francesa había ganado para los hombres libres y ciudadanos fuesen aplicados también para las mujeres, que por cierto no eran ciudadanas, es un ejemplo de la consecuencia práctica de la construcción androcéntrica de los Derechos.
No es un indicador positivo la representatividad en las legislaturas de la Republica Argentina, datos de la última elección 2009, de los 1915 candidatos masculinos 1.119 y Femeninos 796, votantes hombres 13.550.745 y mujeres 14.238.528, a simple vista se podrían considerar cifras aceptables pero debemos aclarar que el cupo femenino se distorsiona y se le otorga a la mujer casi siempre el 3º, 6º y 9º lugar en las listas, por lo cual a la hora de ocupar las bancas la representación cae, en la composición actual del Parlamento, el género femenino ocupa 92 de las 257 bancas en la Cámara baja y en la alta 28 sobre 72 escaños. Pese a que tenemos Presidenta, sólo hay una gobernadora (Fabiana Ríos, en Tierra del Fuego) y un magro 9% de las intendencias del país son ocupadas por mujeres. Esto ocurre debido a que la confección de las listas es un proceso dominado por líderes territoriales como gobernadores e intendentes, que deja fuera de la toma de decisión a las mujeres, y cuando llegan al Congreso, también quedan afuera de la toma de decisión de los temas de la gran política.
También cabe aclarar y sincerarnos cuales son las mujeres que entran en las listas, las Señoras de..., las amantes de..., las sumisas..., las manejables…., DISCULPEN EL 0,9 DE LAS MUJERES QUE LLEGAN POR MERITO NO HABLO DE UDS SINO DE LA MAYORIA.
Esto es culpa nuestra, las mujeres debemos asumir un rol protagonista en la política. Es necesario que reflexionemos sobre todo las mujeres que militamos en las partidos mayoritarios que somos las que sufrimos las grandes discriminaciones.
Un abrazo, hasta la próxima.